Os traigo una receta de panecillos que nos han encantado en casa.
La primera prueba fue con la masa que normalmente hago para las pizzas, la otra noche me sobró un poco y me dio por hacer unas bolitas y dejarlas fermentar.
Una vez fermentadas las meti al horno y se creo la magia. Salieron unos panecillos tiernos y esponjosos.
Así que al día siguiente volví hacer la masa pero esta vez para hacerla toda panecillos.
Aunque modifique un poco la receta.

Ingredientes:
1kilo de harina (yo use la normal)
600 gr de agua
50 gr levadura
50 gr aceite de oliva
30 gr sal
Elaboración:
Calienta un poco el agua, solo un poco tibia y disuelve la levadura.
En un bol pon la harina en forma de volcán y añade el agua en el centro.
Mezcla y cuando ya este prácticamente integrado, añade la sal y sigue amasando.
Cuando este todo integrado, añade el aceite y sigue amasando hasta que se integre y la masa se separe de las paredes del bol.
Sigue amasando encima de la encimera.
Haz una bola con la masa, espolvorea el bol y deja la masa tapada con film para que fermente unas 2 horas.
Una vez fermentada, vuelve amasar en la encimera.
En este momento es cuando hay que dividir la masa en porciones. Yo los dividi en porciones de 60 gramos y salieron 29 panecillos.
Forma bolas y colocalas en las bandejas de horno, separadas unas de otras, ya que volverán a crecer.

Deja reposar 1 o 2 horas más hasta que doblen de tamaño, después hornea a 180 °C unos 20 minutos con ventilador y un poco de agua en un recipiente en la parte de abajo para crear vapor.
Al sacarlos del horno estarán crujientes por fuera pero cuando se enfrían quedaran unos panecillos tiernos.
A LOS NIÑOS LES ENCANTA.