La técnica de cocción que da lugar a la fritura se basa en que los ingredientes están sumergidos en un medio graso, normalmente aceite.
Para esta técnica necesitamos preparar una serie de protecciones –comúnmente conocidas como “rebozados o empanados”- que envuelvan el producto.
Para profundizar en este tipo de protecciones, te mostramos cinco ejemplos de masas perfectas para realizar la fritura: “a la andaluza”, rebozado “o romana”, empanado, “orly” y “tempura”

La temperatura ideal del aceite para la fritura oscilaría entre los 165º y los 168º.
Según el tipo de ingrediente, prepararemos un tipo de protección para la fritura para que su superficie no sufra un exceso de cocción y pueda secarse o quemarse.
Algunos ejemplos de la masa de protección serían:
- “A la andaluza”: un enharinado simple.
- Rebozado o “romana” (harina y huevo).
- Empanado: siguiendo el orden: harina, huevo y pan rallado. Opcionalmente se añaden hierbas o especias.
“Orly”: huevo, cerveza (o cualquier bebida gaseosa similar), harina tamizada (con la siguiente proporción: por cada kilo de harina, 20 gr de
levadura), y claras de huevo a punto de nieve. Mezclamos el huevo y la cerveza con la harina y batimos, añadimos las claras de huevo y
removemos con cuidado.
“Tempura”: agua muy fría (helada mejor), harina tamizada con la proporción de levadura comentada anteriormente. Batimos los dos
ingredientes en bol.
Tras la fritura conviene retirar con araña y dejar sobre material absorbente antes de emplatar, para que gotee el aceite sobrante.